Las olas artificiales para hacer surf en piscinas circulares provocan mareo a los surfistas, según se ha podido comprobar en los primeros ensayos con instalaciones a tamaño real. El concepto de piscina circular se intuía como uno de los diseños más efectivos a la hora de rentabilizar el suelo y el aprovechamiento de las instalaciones. De hecho, el proyecto de la Kelly Slater Wave Company coincide con otros dos proyectos similares que conciben la piscina de olas como una estructura circular. Sin embargo, los primeros ensayos han provocado nauseas y mareos a todos los surfistas que han podido probar las nuevas instalaciones.
"La ola está muy bien, se levanta bien y tiene fuerza..." -comentaba el surfista profesional Roy Powers- "...sin embargo, al cabo de unos giros, empiezas a notar la cabeza un tanto descompensada y todo te da vueltas. No me he vuelto a sentir bien hasta que he salido del agua y he vomitado". Los ingenieros responsables de la instalación ya están valorando la inclusión de un efecto contra-ola u ola inversa en el lado opuesto de la piscina, para que se compense el mareo inducido de estar dando vueltas a un mismo sitio.
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